Si bien, el consumo medicinal de la marihuana se ha dado a lo largo de la historia, tanto en antiguas culturas de la India como en culturas de Occidente, es en el último siglo que las propiedades medicinales de la marihuana quedaron relegadas, desprestigiadas y sin investigar a mayor profundidad. Todo esto, debido a la estigmatización del consumo recreativo de la planta. Esta estigmatización ha ido cambiando en los últimos años, debido a nuevos estudios de sus componentes y sus múltiples beneficios de valor terapéutico para el tratamiento y alivio de algunas dolencias como la epilepsia, glaucoma, esclerosis múltiple, fibromialgia, cáncer, esclerosis tuberosa, entre muchas otras que no responden adecuadamente a los productos farmacéuticos convencionales.
Actualmente, se cuenta con diversos estudios que han mostrado que la marihuana medicinal tiene efectos terapéuticos positivos sobre una serie de padecimientos, actuando como analgésico, antiinflamatorio, ansiolítico, como neuro protector ayudando a controlar la espasticidad muscular y los síntomas del Parkinson. A pesar, de todos estos efectos positivos en la salud de los pacientes, el mayor inconveniente del uso del cannabis medicinal es el estigma social, estigma que afecta aún a miles de familias en nuestro país, haciendo que no contemplen su uso como una alternativa real, ya que se asocia a cualquier variante de la marihuana con los estereotipos del consumo recreativo ilegal.
En nuestro país, después de años de activismo a favor de la legalización del Cannabis, se publicó la Ley Nº 30681 en el 2019, esta ley regula la investigación, producción, importación y comercialización del cannabis para uso medicinal y sus derivados en droguerías farmacéuticas en Perú.
Actualmente, de los 23,000 pacientes usuarios de Cannabis inscritos en el Registro Nacional de Pacientes Usuarios de Cannabis (Renpuc) alrededor de 7,500 pacientes requieren con urgencia acceder a los aceites que contemplan los cannabinoides CBD y THC.
Cabe señalar, que se debe tener en cuenta que los efectos y resultados del producto en cada paciente pueden variar, debido al metabolismo de cada persona. Por lo tanto, las dosis no son estandarizadas. El médico tratante deberá determinar la dosis correcta para cada paciente, dependiendo de factores como: La edad, peso corporal, la patología, dieta alimentaria y/o reacciones adversas que se puedan presentar durante el tratamiento.
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